sábado, 27 de enero de 2007

¿Porque tan lejos de los dioses?

Quizá por preguntarlo. ¿Y qué? El hombre es el animal que pregunta. El día en que verdaderamente sepamos preguntar, habrá diálogo. Por ahora las preguntas nos alejan vertiginosamente de las respuestas. ¿Qué epifanía podemos esperar si nos estamos ahogando en la más falsa de las libertades, la dialéctica judeocristiana? Nos hace falta un Novum Organum de verdad, hay que abrir de par en par las ventanas y tirar todo a la calle, pero sobre todo hay que tirar también la ventana, y a nosotros con ella. Es la muerte o salir volando. Hay que hacerlo, de alguna manera hay que hacerlo. Tener el valor de entrar en mitad de las fiestas y poner sobre la cabeza de la relampagueante dueña de casa un hermoso sapo verde, regalo de la noche, y asistir sin horror a la venganza de los lacayos.

Julio Cortazar (Rayuela Capitulo ciento y ...)

1 comentario:

yo dijo...

... o tal vez, simplemente, sea necesario terciar nuestro maletín alado, recorrer las galaxias y sus confines para descubrir, querido amigo, que los dioses NO EXISTEN...

...

... ...

el mundo
es el habitad de nuestras soledades,
y su luna,
esa “lámpara vieja
que se ha quedado encendida
en la habitación de los muertos”.
(Como nos lo enseñó Octavio).

... ..
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.
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Con especial admiración y afecto.